EVOLUCIÓN DE LOS VAMPIROS

by - febrero 10, 2019


Vampir,  Wampir, Oper, Strigoï, Brucolaco o simplemente Vampiro, tantos sinónimos y distintas maneras de llamarle pero siempre es el mismo significado.

Porque un vampiro es, según el folklore de varios países, una criatura que se alimenta de sangre para  mantenerse con vida. Pudiendo serlo desde el nacimiento o haber sido convertido durante el momento de muerte en un cadáver activo o reviviente depredador  chupador de sangre. 

En este sentido muchos sitúan sus orígenes en la Europa central del siglo XIV, cuando la peste obligaba a enterrar a los cadáveres con rapidez para evitar los contagios. Así enterraban vivos a los enfermos, y cuando posteriormente se abrían los mausoleos, los encontraban llenos de sangre por haber intentado escapar. Las influencias que se unen a la concepción del vampiro europeo son los draugar islandeses, difuntos que regresan de la muerte para atormentar a los vivos, y el vampiro eslavo, con influencias griegas y turcas, aunque otras teorías sitúan el inicio del mito en China. A pesar de que hay diversidad de opiniones sobre dónde nace el mito del vampiro clásico, si existe acuerdo en la aparición del término vampiro: fue acuñado por Agustín Calve en un tratado del siglo XVIII.


  
La obra clave sobre los vampiros se escribe en esta época, y se trata de Drácula, de Bram Stoker, publicada en 1897.


Asimismo, la película muda Nosferatu, dirigida por F. W. Murnau, que pretendía ser en un principio una adaptación cinematográfica de Drácula, pero al no conseguir sus derechos, Murnau realiza su propia versión de la novela (en donde cambió los nombres de los personajes) consiguiendo rodar una de las películas de vampiros más influyentes que estuvo a punto de ser destruida para siempre. Pues Murnau es demandado por plagio, por la viuda de Stoker quien consigue ganar el juicio, y se ordena destruir todas las cintas de la película, pero al estar algunas de ellas distribuidas por todo el mundo y ser escondidas hasta la muerte de la viuda, la película de Murnau consigue prevalecer.

Desde entonces, resaltan las novelas sobre vampiros, pero no es hasta 1976, cuando Anne Rice publica Entrevista con el Vampiro, la primera novela de su saga Crónicas Vampíricas, que narra la historia de Lestat de Lioncourt, cuando se producen cambios importantes en la concepción del vampiro. Rice es pionera en presentar al vampiro como narrador en primera persona, permitiendo al lector acercarse a un personaje que hasta entonces solamente se describía por otro, y del que no se conocían pensamientos ni sentimientos. A pesar de ser criticada por muchos por humanizar la figura del vampiro, es considerada en la actualidad una de las mejores escritoras contemporáneas sobre la temática vampírica, y la encargada de resucitar el mito en EE.UU.


Los vampiros han estado desde entonces más presentes en la cultura popular, concibiéndolos de distintas formas que se alejan cada vez más del vampiro clásico. Desde la exitosa Drácula de Bram Stoker  al muy afamado Crepúsculo de Stephanie Meyer… los vampiros se han puesto de moda y se han vuelto el género preferido de las/os escritoras/es, que han añadido sus toques para volver a los depredadores sanguinarios en sexys y no tan inofensivos chupasangres.

Y aunque  hay quienes prefieren al vampiro clásico de capas negras, yo en lo personal me quedo con el sexy chico misterioso y solitario que brilla a la luz del sol, bebe Bourbon y mantiene una dieta de sangre de animalitos con poca suerte.




You May Also Like

0 comentarios