EVOLUCIÓN DE LOS VAMPIROS
Vampir, Wampir, Oper, Strigoï, Brucolaco o
simplemente Vampiro, tantos sinónimos y distintas maneras de llamarle pero
siempre es el mismo significado.
Porque un vampiro
es, según el folklore de varios países, una criatura que se alimenta de sangre
para mantenerse con vida. Pudiendo serlo
desde el nacimiento o haber sido convertido durante el momento de muerte en un
cadáver activo o reviviente depredador
chupador de sangre.
En este
sentido muchos sitúan sus orígenes en la Europa central del siglo XIV, cuando
la peste obligaba a enterrar a los cadáveres con rapidez para evitar los
contagios. Así enterraban vivos a los enfermos, y cuando posteriormente se
abrían los mausoleos, los encontraban llenos de sangre por haber intentado
escapar. Las influencias que se unen a la concepción del vampiro europeo son
los draugar islandeses, difuntos que regresan de la muerte para atormentar a
los vivos, y el vampiro eslavo, con influencias griegas y turcas, aunque otras
teorías sitúan el inicio del mito en China. A pesar de que hay diversidad de
opiniones sobre dónde nace el mito del vampiro clásico, si existe acuerdo en la
aparición del término vampiro: fue acuñado por Agustín Calve en un tratado del
siglo XVIII.
La obra
clave sobre los vampiros se escribe en esta época, y se trata de Drácula, de
Bram Stoker, publicada en 1897.
Asimismo, la
película muda Nosferatu, dirigida por F. W. Murnau, que pretendía ser en un
principio una adaptación cinematográfica de Drácula, pero al no conseguir sus
derechos, Murnau realiza su propia versión de la novela (en donde cambió los
nombres de los personajes) consiguiendo rodar una de las películas de vampiros
más influyentes que estuvo a punto de ser destruida para siempre. Pues Murnau
es demandado por plagio, por la viuda de Stoker quien consigue ganar el juicio,
y se ordena destruir todas las cintas de la película, pero al estar algunas de
ellas distribuidas por todo el mundo y ser escondidas hasta la muerte de la
viuda, la película de Murnau consigue prevalecer.
Desde
entonces, resaltan las novelas sobre vampiros, pero no es hasta 1976, cuando
Anne Rice publica Entrevista con el
Vampiro, la primera novela de su saga Crónicas Vampíricas, que narra la
historia de Lestat de Lioncourt, cuando se producen cambios importantes en la
concepción del vampiro. Rice es pionera en presentar al vampiro como narrador
en primera persona, permitiendo al lector acercarse a un personaje que hasta
entonces solamente se describía por otro, y del que no se conocían pensamientos
ni sentimientos. A pesar de ser criticada por muchos por humanizar la figura
del vampiro, es considerada en la actualidad una de las mejores escritoras
contemporáneas sobre la temática vampírica, y la encargada de resucitar el mito
en EE.UU.
Y
aunque hay quienes prefieren al vampiro
clásico de capas negras, yo en lo personal me quedo con el sexy chico
misterioso y solitario que brilla a la luz del sol, bebe Bourbon y mantiene una
dieta de sangre de animalitos con poca suerte.
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