Cinder (Crónicas Lunares #1) - Marissa Meyer

by - mayo 15, 2017




Libro #1
Titulo: Cinder
Autor (a): Marissa Meyer

Sinopsis: Bienvenidos a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde humanos, ciborgs y androides coexisten en precaria convivencia, amenazados todos por una extraña y caprichosa plaga mortal para la que los científicos no encuentran cura.

Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.

Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache.

Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. «Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere… antes de que lo haga otra persona», le explica.


Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la tierra.


Ciborgs, androides, madrastras malvadas, una hermanastra cruel y una buena, doctores locos y apuestos príncipes.

La metrópolis futurista Nueva Pekín, hogar de humanos, androides y Ciborgs, como nuestra hermosa y queridísima protagonista Cinder, quien es también una mecánica de gran renombre, es tan conocida por su excepcional trabajo que el mismísimo príncipe Kaito -deliciosa vista para los ojos-  le confía la reparación de su androide personal.

—¿Por qué no se encargan los mecánicos reales de repararla?—Lo han intentado, pero no saben qué le ocurre. Alguien me recomendó que te la trajera. —Dejó el pie sobre la mesa y se fijó en los estantes abarrotados de piezas viejas y usadas: recambios para androides, levitadores, telerredes y portavisores. Recambios para ciborgs—. Dicen que, en cuanto a mecánica, no hay quien te gane, aunque esperaba encontrar a un hombre mayor.

El cual de pronto dejo de funcionar, llevando información invaluable y de gran importancia que podría cambiar el curso de esta historia. Pero la vida de Cinder no se reduce a ser mecánica, también tiene que lidiar con su detestable madrastra, Adri, y su aun mas detestable hermanastra, Pearl. Pero tranquilo, no todo es tan malo como parece, Poeny es un completo sol y en conjunto con Iko le hacen la vida a Cinder un tantito más fácil de llevar.

Iko alargó la cabeza y dirigió el sensor redondo hacia el príncipe, quien le sacaba casi un metro de altura. La luz cobró intensidad cuando el escáner lo reconoció.—Príncipe Kai —dijo con su voz metálica y chirriante—, sois incluso más atractivo en persona.A pesar de que el príncipe se echó a reír, Cinder sintió que se le encogía el estómago, avergonzada.—Compórtate, Iko.

Porque ser un Ciborg no es  tan fácil, pues son considerados terribles cucarachas que se propagan como plaga, y cuando la sociedad te mira con desprecio; lo mejor que puedes hacer es conseguir un vestido e ir baile de la paz.

¡Pero calmaos!… vamos pasito a pasito, suave suavecito; pues un poder mayor se cierne sobre ellos, y cuando la letumosis reclama a un ser cercano a Cinder, las cosas se dificultan; sin mencionar que la relación entre Kai y ella está tomando un nuevo rumbo. Pues su constante presencia parece poner los circuitos de Cinder fuera de control.

—Ven al baile conmigo.Se quedó helada. Todo el mundo se quedó helado. Cinder se volvió. Kai seguía dentro del ascensor B, sujetando la puerta con una mano. La joven tenía los nervios a flor de piel y las emociones de la última hora convergían en una única y nauseabunda sensación: exasperación. El vestíbulo estaba abarrotado de médicos, sanitarios, androides, funcionarios y técnicos y todos guardaban un incómodo silencio, atentos al príncipe y la joven de los anchos pantalones cargo con quien flirteaba. Flirteaba.

Y cuando creemos que nada podría estar peor, secretos del pasado son desvelados; trayendo consigo una dolorosa y difícil verdad que asimilar, y que hará que Cinder, pase de ser una aberración a un monstro totalmente despreciable y sin cero posibilidades de encajar.

El silencio se instaló entre ellos. Aunque ni siquiera la rozaba, Cinder sentía su presencia, cálida y embriagadora, así como el aire caldeado, a pesar de que su indicador de temperatura le aseguraba que nada había cambiado en la cabina del ascensor.—Cinder.No pudo resistirse. Lo miró. Sus defensas flaquearon unos instantes al toparse con aquellos ojos castaños tan sinceros. La preocupación había sustituido la antigua seguridad del joven. La incertidumbre.—Doscientas mil jóvenes solteras —dijo—. ¿Por qué no tú?Ciborg. Lunar. Mecánica. Era lo último que le convenía.Abrió la boca y el ascensor se detuvo.—Lo siento, pero, créeme: no te conviene ir conmigo.

Una verdad,  secretos y amor.  Todo esto mientras la inestable paz entre luna y tierra podría estar llegando a su fin; a menos Kai esté dispuesto a sacrificarse.

—Sé que es una locura, pero una parte de mí creía que si conseguía verte, si lograba convencerte de que me acompañaras al baile de esta noche, entonces todavía quedaba la esperanza de que pudiera cambiar las cosas. Es una tontería, lo sé. Como si a Levana le importara que yo, bueno, en fin, pudiera sentir algo por alguien.Volvió a levantar la cabeza y devolvió el tornillo a su pila. Un cosquilleo agradable recorrió el cuerpo de Cinder al oír aquellas palabras, pero la joven tragó saliva e intentó poner freno a la sensación de vértigo que empezaba a apoderarse de ella, recordándose que esa sería la última vez que volvería a verlo. 
El día del baile llega… y la verdad tendrá que conocerse, sorprendiendo a más de uno.

—Si no me hubieran traído a la Tierra —dijo—, sería vuestra esclava. No voy a pedir disculpas por haber escapado de vos.Vio a Kai de soslayo, atónito, con el rostro desencajado al comprender la pura verdad: había estado cortejando a una lunar.

El verdadero juego comienza y antes de que Cinder sea ejecuta, la mayor verdad sale a la luz; una verdad que sin duda cambiara el curso de la historia.

—Mi querida niña, sois la princesa Selene.—¿Qué?
El doctor se adelantó y colocó una mano sobre la de Cinder.—Sois la princesa Selene.Cinder se apartó con brusquedad.—Yo no… ¿Qué?—Lo sé, lo sé, ya sé que parece increíble.—No, no lo parece, lo es. ¿Qué clase de broma es esta?
El tiempo corre y los minutos se acaban, una  única opción que podría costar más caro de lo cree; pero que al final le salvara la vida… solo debe asegurarse de desaparecer.

Pronto, todo el mundo buscaría a Linh Cinder. Una ciborg deforme a la que le faltaba un pie. Una lunar con una identidad robada. Una mecánica sin nadie a quien acudir, sin un sitio a donde ir. Pero solo buscarían un fantasma.

Crónicas Lunares hará que tu cabeza se salga de su curso, y te plantearas la idea de si te verías genial como Ciborg. Sin duda alguna, un libro que te encantara y del cual no podrás despegarte; cautivador y con unos personajes que enamoran.

Cinder es la nueva versión del clásico cuento de hadas Cinderella; con mucha más acción y una protagonista que lucha por lo que quiere.


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